El objetivo de este proyecto es crear un lugar para la residencia y un centro de día para personas mayores con discapacidad intelectual.
Consta de dos partes relacionadas entre sí, aunque distintas: la residencia y el centro de día. Del centro de día destaca la sala de actividades que junto con rehabilitación son el corazón de los equipamientos. Se conectan visualmente entre sí mediante un espacio que funciona de plaza o patio abierto en el centro del proyecto. En un extremo de esta secuencia, la piscina y en el otro un ventanal a norte con la Sierra de Tramuntana como protagonista. Desde este volumen se conecta mediante un sistema de porches con las distintas viviendas que funcionan en grupos de seis. Este carácter disgregado e independiente entre los dos programas y los distintos grupos también se ha mantenido en el interior. Las viviendas se emparejan dos a dos y por la disposición de sus espacios de paso quedan transformadas en zonas comunes.
La independencia de usos y sus requerimientos de disgregación han dado lugar a una dispersión de volúmenes entre los árboles frutales del campo en el que se ubica el edificio. Las cajas-vivienda resueltas de modo racional y económico con paneles de hormigón prefabricado blanco son la estructura para cubiertas y porches conectores. Se pretende acentuar al máximo la relación con el exterior sin perder el sentido de protección e intimidad necesarias.
La orientación está pensada para tener unos buenos rendimientos de captación solar en invierno y un fácil control y ventilación en verano. Las instalaciones son registrables en todo el edificio mediante unas galerías prefabricadas que conectan las distintas unidades. Se ha intentado racionalizar al máximo los costes, tanto de construcción como de mantenimiento, buscando el más adecuado en cada caso para que sea un edificio cómodo, acogedor y resistente, adecuado a las necesidades de sus usuarios en todos sus aspectos.
